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Lo que no se nombra no existe. Y más si tenemos en cuenta que el lenguaje y la comunicación influyen en la percepción de la realidad. El lenguaje ayuda a reforzar y perpetuar determinadas formas de pensamiento.  En el caso de las mujeres, se han invisibilizado, ya que no han tenido una representación simbólica en la lengua.

De ahí la necesidad de hacer uso del lenguaje que represente a todas las personas, bien a hombres como a mujeres; es decir, un lenguaje no sexista. Y es que un lenguaje no sexista es aquel que no oculta, no subordina, no infravalora y no excluye. En cambio, si los mensajes que recibimos son sexistas, por consiguiente, generamos una forma de pensar discriminatoria.

Teniendo en cuenta que muchas veces no es la lengua sexista, sino el uso que se hace de ella, si cambiamos el lenguaje que utilizamos podremos ayudar a desarrollar formas de pensamiento más igualitarias.

10 claves para un uso no sexista del lenguaje

  1. No utilizar los duales gramaticales, palabra cuyo significado varía en función del género y, en femenino, tienen un significativo despectivo.Ejemplos:
    Zorro/zorra, perro/perra…

  2. No hacer uso del masculino como falso genérico y presunto universal: se emplea el género masculino para hablar del individuo de ese sexo y para referirse al conjunto (completado por seres de uno y otro sexo). Así se oculta la figura de la mujer, por lo tanto, debemos utilizar genéricos reales y nombres abstractos.Ejemplos:
    Población, infancia, alumnado…
    Aunque la mejor opción es utilizar genéricos reales, hay otras opciones como utilizar los dos géneros, hacer uso de las barras o del @.Ejemplos:
    Los y las personas usuarias
    Las /os cuidadanos
    Niñ@s
  3. Usar las formas personales de los verbos y no los pronombres. No destacar un género e invisibilizar el otro.Ejemplos:
    Los que han venido… (MAL)

    Quienes han venido… (BIEN)Cuando el usuario solicite… (MAL)
    Cuando se solicite… (BIEN)
  4. Evitar designar a las mujeres como apéndices de los hombres: El hombre no es el único sujeto de la acción y la mujer su accesorio/complemento.Ejemplos:
    El Sr Aguirre y su secretaria acudieron… (MAL)

    Javier Aguirre y Ana Goñi acudieron… (BIEN)
  5. Usar los dos géneros en las titulaciones. No ignorar y/o esconder a mujeres. Nombrarlas allí donde aparezcan. En los casos que haya un género común, priorice el uso de este.Ejemplos:
    Dependiente-Dependienta
    Jueza-Juez
    Psiquiatra
    Forense
  6. No utilizar asociaciones verbales peyorativas. No superponer a la idea de mujer aptitudes que se asignan como peyorativas, ni utilizar refrenes y canciones populares discriminatorias.Ejemplos:
    Eso es cosa de mujeres (MAL)
    No llores porque pareces una nenaza (MAL)
  7. Evitar los estereotipos y roles asociados a su mujer. No cosificar.
  8. No nombrar de manera asimétrica los géneros. Denomina a mujeres y hombres de la misma manera, y no destaques a un único sexo.Ejemplos:
    Nadal arrasa en la hierba. Venció con gran autoridad a Federer en su estreno. Garbiñe también paso (MAL)
    Han entrado dos personas nuevas al departamento. El muy buen gestor y ella muy joven (MAL)
  9. Utiliza un lenguaje inclusivo con genéricos reales, cambios de estructura de la frase, dobles formas…
  10. El lenguaje oral: visibiliza a todas las personas. Aunque sea más difícil utilizar un lenguaje no sexista al hablar, utiliza genéricos y alterna el orden de aparición de ambos sexos.

 

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